El gigante minero suizo Glencore fue condenado en un tribunal de Nueva York (EE.UU.) a pagar 700 millones de dólares, tras haberse declarado culpable de sobornar durante más de una década a funcionarios en varios países, entre ellos Venezuela.
La sanción, aprobada por una jueza federal, incluye una multa de 428,5 millones de dólares y la confiscación de otros 272 millones, en línea con los términos de un acuerdo que alcanzaron en mayo de 2022 las autoridades estadounidenses y la empresa para cerrar esta investigación.
En aquel pacto, Glencore aceptó declararse culpable y admitió haber sobornado a funcionarios en países de África y Sudamérica durante más de 10 años para lograr ventajas.
En concreto, según los fiscales estadounidenses, la compañía pagó más de 100 millones de dólares a varios intermediarios para que hiciesen llegar dinero a responsables en Brasil, Venezuela, Nigeria, Camerún, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial y la República Democrática del Congo.
Glencore ha sido objeto de investigaciones por estos motivos en varios países y el año pasado ya dijo que esperaba pagar unos mil 500 millones de dólares como resultado, una cifra que ya había reservado en sus cuentas de 2021 para cerrar los casos.