• El hallazgo se logró en el sector Puerto Escondido de Santa Rosalía, Punta Gorda del municipio Barinas.
  • Carlos y Pedro fueron además de buenos amigos, muy buenos estudiantes y excelentes deportistas en las categorías menores de fútbol.
  • Conocidos aseguran que los chicos se adentraron al río en busca de la pelota que había caído a las aguas.

Redacción: Wilmer Martínez V.


Cerca del mediodía de este miércoles, finalmente, comisiones de socorro lograron recuperar el cuerpo sin vida del adolescente Pedro J. (17), quien junto a Carlos (16), fueron declarados como desaparecidos desde el pasado domingo cuando, junto a otros tres amigos de la misma edad, trataban de recuperar un balón que se había adentrado en las aguas del río Santo Domingo del municipio Barinas.

Algunos compañeros dijeron que estaban jugando fútbol en una improvisada cancha del barrio Carlos Márquez, parroquia Corazón de Jesús del municipio Barinas, cuando la pelota se adentró en las aguas, por lo que salieron a su búsqueda.

Ricardo Valero, director regional de operaciones de Protección Civil del estado Barinas, junto a otras comisiones, encabezó la búsqueda que permitió dar con los restos de Pedro a escasos 300 metros donde fue hallado el pasado martes el cadáver del otro jovencito Carlos.

En Puerto Escondido de Santa Rosalía, Punta Gorda, fue hallado el cadáver en medio de una especie caramera o montón de árboles, troncos y hierbas que arrastran las aguas de un río o el caño, dijeron algunos testigos.

SALIERON SIN PERMISO

Un familiar, quien se encontraba a las puertas del CICPC, comentó a este reportero que Carlos y Pedro eran vecinos inseparables de la urbanización Llano Alto y quienes los conocían sabían que dónde estaba uno, estaba el otro.

Es así como este domingo salieron a jugar, sin informar para dónde iban, comentaron los familiares, tras recordar además la impresión recibida cuando algunos pescadores informaron que habían visto cuando los muchachos eran arrastrados por la corriente de agua, pues al parecer había una crecida.

Quienes los vieron aseguraron que iban abrazados, tratando de salvarse de la furia de las aguas, sin embargo en un farallón un tronco los separó y uno salió expelido por una vertiente y el otro se hundió al fondo del río.

DESESPERACIÓN

DE UNA MADRE

Algunas personas aseguraron que los cuerpos de los jovencitos aparecieron cuando las madres salieron en su búsqueda.

Este domingo en la noche no pudieron hallarlos, sin embargo como cosas misteriosas una de las madres de los menores se metió en las comisiones comunitarias de búsqueda y fue cuando apareció Carlos (16).

“Pareciera que se cumplió el misterio de que para que los cuerpos aparezcan deberían ser perdonados por sus madres”, explicó un familiar de Pedro, quien contó que la señora Nancy Josefina Vásquez, mamá de Carlos, fue quien salió a buscar a su hijo y así minutos después lo encontraron en Punta Gorda.

“A Pedro lo fue a buscar su mamá este miércoles, pues estaba inconsolable y muy mal”, dijo una prima del ahora occiso y precisamente fue cuando el cuerpo de Pedro apareció bajo unas caramas en Puerto Escondido.

ESTUDIANTES

EXCEPCIONALES

Carlos y Pedro fueron además de buenos amigos, muy buenos estudiantes y excelentes deportistas en las categorías menores de fútbol.

Pedro estaba iniciando su quinto año en el liceo O´Leary y entre sus sueños se encontraba el convertirse en un gran futbolista.

El sepelio de Carlos se llevó a cabo este mismo miércoles, ya que su cuerpo fue llevado del anfiteatro del CICPC hacia el cementerio privado de Barinas.

El acto del sepelio se cumplió en medio de escenas de dolor de quienes acompañaron al joven hasta su última morada.

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